segunda-feira, 5 de maio de 2008

EL MAR...

Para decir la verdade, siempre me ha gustado el campo... me gusta ver el rocío sobre la hierba por la mañana, sentir el fríocito que viene de las montañas y el olor de las flores, saborear las frutas recogidas del árbol... En fin... Pero no puedo rechazar la idea de que el mar, por más violento que pueda parecer y por tragar los recuerdos míos, devolviéndome, con las mareas, sólo las algas, sólo las conchas..., no sea también fascinante por sus misterios...


"La pasión"

"Me gusta mirar el mar...
Él me recuerda las grandes
Pasiones, los amores imposibles.
El mar tiene la dimensión infinita
De lo inalcanzable y lo inabordable
La tentación perenne del misterio.
Así como la pasión, el mar es indomable,
absoluto, envolvente, profundo.
Así como el mar, la pasión es atrayente
Y jamás sabemos dónde termina.
Así como el mar, la pasión es misteriosa,
de una belleza inmensa, pero llena de peligros...
Así como la pasión, el mar nos devora totalmente
O nos deja a la deriva sin piedad.
En ambos está el sumergirse y
la deliciosa sensación de saberse vivo.
En el mar, la frescura del azul nos tranquiliza.
En la pasión, el rojo ardor nos funde con otro ser.
Sumergirse en la pasión,
Como náufrago de amor o sumergirse en el mar,
para dejar de sufrir
siempre está el peligro de ser tragado,
hundiéndonos para siempre
y no volver más...
o retornar en una ola hacia la vida otra vez..."
Lisiê Silva y Alberto Peyrano

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